Empresarios colombianos deben reconocer capacidades propias productivas e industriales para adaptación a la Revolución 4.0. Unos de los grandes temas desarollados en el marco de la Feria Internacional Industrial, FIB, del 24 al 28 de septiembre, en Corferias, fue la Revolución 4.0, la cual, según el vicerrector de la Universidad Nacional - Sede Bogotá Jaime Franky Rodríguez, debe tomarse en serio, pues es “algo que ya está sucediendo y a lo cual no hemos abierto los ojos”.
Rodríguez, hace un llamado a que tanto el sector productivo, industrial, empresarial y académico comiencen a establecer cuáles de las tecnologías que propone la Revolución 4.0 se encuentran a la mano de las organizaciones y cuáles son aplicables al día a día, con el fin de obtener resultados aprovechables y poder asumir esta tendencia de una manera idónea en los procesos productivos del país.
El Vicerrector precisó que “nos interesa no solo hacer la evaluación desde el punto de vista tecnológico o de las bondades económicas que pueden reportar las nuevas tecnologías, sino desde el punto de vista de producir bienestar social. Por eso creemos que esta alianza para la realización del Foro: Retos del desarrollo en la Cuarta Revolución Industrial, con Corferias en la FIB, es maravillosa y va a ser de enorme utilidad para los visitantes profesionales, empresarios e inversionistas de la industria”.
Agregó: “me atrevo a pensar que quizás esta será la última de las revoluciones industriales. Entre la primera y la segunda pasaron alrededor de 130 años; entre la segunda y la tercera cerca de 80 años; entre la tercera y esta cuarta que acabamos de identificar no pasaron más de 40 años y los cambios a los que va estar sometido el mundo y nuestro país, van a ser más acelerados y más fluidos”.
Este escenario para Rodríguez prevé aportar desde la perspectiva de las capacidades desarrolladas en la Universidad para que tanto el sector industrial y empresarial tenga opciones de mirar las fortalezas que se tiene como país y potenciarlas.
Sin duda para el académico la competitividad productiva del país depende de subirse al tren de la Industria 4.0, entrar a un segmento específico y mantenerse, para así analizar cuáles serían los sectores estratégicos y con mayores posibilidades, y de esta manera focalizar ofertas y demandas globales en pro de la productividad empresarial colombiana.