Ya está por concluir la construcción de la planta procesadora de leche de la mexicana Lala en Nicaragua, que tiene previsto iniciar operaciones a principios de 2015, con la promesa de transformar el sector lácteo del país, pero causando temor entre los industriales.
Esto va a tener un impacto inmediato en productores lecheros y en la producción lechera en general porque Lala también viene con un esquema de lograr mayor productividad en la leche y de cooperar en el cambio genético de la ganadería nicaragüense para, lógicamente, ellos extraer mejor leche y mayor cantidad de leche", afirma el delegado presidencial para las inversiones, Álvaro Baltodano.
Lala operará en Nicaragua bajo el Régimen de Admisión Temporal para Perfeccionamiento Activo (Ley 382), que permite "tanto el ingreso de mercancías en el territorio aduanero nacional como la compra local de las mismas sin el pago de toda clase de derechos e impuestos", indica el artículo 4 de dicha legislación. Esas mercancías podrán ser reexportadas o exoneradas en su caso, "después de ser sometidas a un proceso de transformación, elaboración, reparación u otro".
Con una inversión de unos 50 millones de dólares, la empresa mexicana buscaría comercializar en Nicaragua y "volverse un instrumento de exportación de los productos lácteos nicaragüenses", asegura el funcionario.
Lala apunta, como mínimo, a Centroamérica, afirma Baltodano, pero con miras de extenderse a México, Estados Unidos y Europa.
¿Será fuerte competencia de Dos Pinos? "Creo que para Dos Pinos lógicamente va a ser una competencia, porque Dos Pinos es un exportador de leche de Centroamérica, incluyendo Nicaragua. Y Lala va a querer exportar a Costa Rica y Centroamérica, entonces va a ser un competidor serio de Dos Pinos. (Pero) Lala no está para competir con Dos Pinos en el mercado centroamericano, sino para irnos a otros mercados", asegura Baltodano.
Según el funcionario la preocupación del sector industrial lácteo de Nicaragua ante la llegada de Lala "quedó atrás", porque "creo que ya estamos claros que Lala viene no con la intención de competir con los mismos, sino a aportar a Nicaragua, a buscar cómo en vez del 25 por ciento lleguemos al 30, al 35, al 40 por ciento de acopio (formal), que compitamos con lo que sale artesanalmente. Porque ese queso (que producen las plantas informales) no nos da ningún valor agregado, el que sale a El Salvador o a Centroamérica; Lala viene a procesar ese tipo de producción de leche, crecer y no solo por el mercado interno sino para exportar a Centroamérica".
Sin embargo, la cercanía del inicio de operaciones de la nueva planta de procesamiento de Lala, en lugar de crear expectativas positivas en el sector lácteo local, continúa generando incertidumbre.
“Ellos vienen con la idea de hacer una fábrica que dé mayor valor agregado y que ponga la producción láctea de Nicaragua en Centroamérica y otros países”. Álvaro Baltodano, delegado presidencial para inversiones.
Según Willmer Fernández, directivo de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canislac), el único acercamiento entre representantes de ProNicaragua y la cámara se realizó hace casi un año. "Poco antes de que iniciaran los movimientos de tierra" en el lugar donde hoy se levanta la planta de Lala, en el kilómetro 36 de la Carretera Panamericana Norte.
En ese momento se les informó sobre los planes de acopio y procesamiento de la empresa. Pero según Fernández, si el inicio de operaciones está próximo, la empresa ya tendría que estar buscando proveedores.
"A menos que el interés particular de la empresa sea procesar materia prima procedente de otros países y que no haya ningún interés en la materia prima nacional", apunta.
Tomando en cuenta que Canislac aglutina a los productores lácteos y a las plantas industriales que funcionan en el país, "como cámara eso nos preocupa porque no tenemos claro cuál sería o va a ser el accionar tanto a nivel de acopio como de procesamiento de esa empresa, para tratar de armonizar estos procesos porque como organización lo que tratamos es de armonizar los procesos. Y eso en lugar de crearnos expectativas, nos provoca incertidumbre", sostiene Fernández, quien es también presidente de la Federación Centroamericana del Sector Lácteo (Fecalac).
Por: Gisella Canales Ewest y Lucydalia Baca Castellón