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Leche sintética, invento que puede revolucionar la alimentación mundial

Internacional Leches

De primeras, la leche sintética puede sonarte a algo desagradable o negativo. La leche es uno de los productos más naturales que hay, y el hecho de que se pueda fabricar de forma artificial en un laboratorio no parece una idea muy agradable.

Sin embargo, este avance tecnológico podría traer muchas ventajas. Dos de ellas serían la de acabar en parte con el hambre en el mundo y a mitigar el Cambio Climático. 

La industria láctea mundial está cambiando. Entre los cambios está la competencia de las alternativas alimentarias que no se producen con animales, incluidos los posibles retos que plantea la leche sintética.

La leche sintética no requiere vacas ni otros animales. Puede tener la misma composición bioquímica que la leche animal, pero se cultiva mediante una técnica biotecnológica emergente conocida como "fermentación de precisión" que produce biomasa cultivada a partir de células.

La leche sintética ha surgido como una nueva alternativa potencial a la leche de vaca que, a diferencia de las leches de avena, frutos secos y soja de origen vegetal, pretende reproducir su sabor, aspecto y sensación en la boca.

Descrita por los expertos como el futuro de la leche, ha sido promocionada como una opción ecológica que puede sacudir la industria láctea, y dejar a los pequeños agricultores en la estacada.

Más del 80% de la población mundial consume regularmente productos lácteos. Cada vez son más los llamamientos para abandonar los sistemas alimentarios basados en animales y adoptar formas más sostenibles de producción de alimentos.

Las leches sintéticas ofrecen leche láctea sin preocupaciones como las emisiones de metano o el bienestar animal. Pero debe superar muchos retos y escollos para convertirse en una alternativa justa, sostenible y viable a la leche de origen animal.

No es una fantasía de ciencia ficción. Las leches de origen vegetal y, potencialmente, las leches sintéticas, surgen como una disrupción clave. A diferencia de la carne sintética -que puede tener dificultades para igualar la complejidad y la textura de la carne animal, la leche sintética se presenta con el mismo sabor, aspecto y tacto que la leche normal.

La leche sintética no es una fantasía de ciencia ficción; ya existe. En EE.UU., por ejemplo, la empresa Perfect Day suministra proteína libre de animales a partir de microflora, que luego se utiliza para hacer helados, proteínas en polvo y leche.

En Australia, la empresa emergente Eden Brew ha estado desarrollando leche sintética en Werribee (Victoria). La empresa se dirige a unos consumidores cada vez más preocupados por el cambio climático y, en particular, por la aportación de metano de las vacas lecheras.

El CSIRO, la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth (CSIRO) es una agencia independiente del gobierno federal australiano responsable de la investigación científica. Su función principal es mejorar el desempeño económico y social de la industria en beneficio de la comunidad. Su equivalente esn España sería el CSIC.

CSIRO ha desarrollado la tecnología del producto Eden Brew. El proceso comienza con la levadura y utiliza la "fermentación de precisión" para producir las mismas proteínas que se encuentran en la leche de vaca.

Según el CSIRO, estas proteínas confieren a la leche muchas de sus propiedades clave y contribuyen a su textura cremosa y a su capacidad de formación de espuma. A la base proteica se le añaden minerales, azúcares, grasas y aromas para crear el producto final.

¿Hacia un nuevo sistema alimentario?
También en Australia, la empresa All G Foods recaudó este mes 25 millones de dólares australianos para acelerar la producción de su leche sintética. Dentro de siete años, la empresa quiere que su leche sintética sea más barata que la de vaca.

Si la industria de la leche sintética consigue alcanzar este objetivo de costes en todos los ámbitos, el potencial de alteración de la industria láctea es elevado. Podría alejar a la humanidad de la agricultura animal tradicional hacia sistemas alimentarios radicalmente diferentes.

Un informe de 2019 sobre el futuro de los productos lácteos reveló que, para 2030, la industria estadounidense de la fermentación de precisión creará al menos 700.000 puestos de trabajo.

Y si la leche sintética puede reemplazar a los lácteos como ingrediente en el sector de procesamiento de alimentos industriales, esto podría presentar desafíos significativos para las empresas que producen leche en polvo para el mercado de ingredientes.

Algunas empresas lácteas tradicionales se están subiendo al carro, por ejemplo, la cooperativa láctea australiana Norco respalda el proyecto Eden Brew, y la cooperativa láctea neozelandesa Fonterra anunció la semana pasada una empresa conjunta para desarrollar y comercializar "proteínas derivadas de la fermentación con propiedades similares a las de la leche".

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