De acuerdo con la entidad financiera, incluso con una demanda reducida, la producción global de leche conserva una tendencia positiva, aunque podría verse amenazada por las condiciones climáticas en algunas regiones.
En Rabobank indicaron que la inflación registrada en los alimentos acumulada durante los últimos 24 meses, provocó que en lo que va de este año la demanda mundial de lácteos sufriera una tendencia negativa, afectando a las empresas con ventas por debajo de sus proyecciones.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a nivel internacional las importaciones están disminuyendo, situación que continuará en los próximos meses, derivado de la incertidumbre que existe respecto a sus cotizaciones de comercialización.
El índice de precios de los alimentos del organismo reflejó que en julio, la leche presentó una disminución de 20.6% en este sentido, en comparación con el mismo mes de 2022, siendo esta su séptima reducción mensual consecutiva.
La producción incrementa, aunque pierde impulso
Pese a este escenario, en Rabobank señalaron que, debido a un mejor desempeño en la Unión Europea y Estados Unidos, la producción global del lácteo mantiene una tendencia alcista, luego de que se mantuviera a la baja hasta el tercer trimestre del año pasado.
No obstante, el crecimiento conjunto está perdiendo impulso en comparación con meses anteriores, ya que las respectivas industrias en territorios de Oceanía y América del Sur atravesaron por un periodo de baja capacidad durante el primer semestre de 2023.
Otro factor que podría afectar la productividad mundial, sería el posible impacto de las altas temperaturas y la escasez de agua que esto provocaría, en los segmentos pecuarios de la región sur de América y algunas partes de Europa.
La entidad financiera holandesa indicó que un desarrollo que podría resultar positivo para todo el sector, principalmente para los ganaderos, sería la disminución en los valores internacionales de los granos, ya que se espera una buena cosecha de maíz en Brasil y EE. UU., y que Rusia incremente sus exportaciones, gracias a un nuevo acuerdo con Ucrania.