A medida que nosotros cambiamos, nuestros alimentos también cambian. Sin embargo, esto no es siempre algo bueno. A lo largo de la historia, nuestros hábitos alimenticios, estilo de vida, e incluso nuestra definición de alimentos, ha sufrido cambios extremos como resultado de nuestros problemas económicos, ambientales, sociales, políticos y culturales. Antes, nuestros abuelos recogían sus frutas y verduras de su jardín, y el lechero dejaba sus productos lácteos de la granja cercana a tu puerta.
Ahora, nuestra comida se hace científicamente en vez de la forma natural y la demanda de comidas rápidas y convenientes ha crecido enormemente. El valor nutricional de la comida ha disminuido significativamente a medida que preferimos los bocadillos procesados y las comidas de los restaurantes. La reducción de la densidad de nutrientes, el estrés de la vida moderna y el alto consumo de azúcares añadidos se dice que son las principales causas del aumento de las enfermedades degenerativas y de la obesidad. Mientras todos nos permitimos un día de hacer trampa aquí y allá, es hora de optimizar nuestra salud y dejar de permitir que nuestros alimentos nos controlen.
En el estudio publicado en la revista BMJ Open, los investigadores examinaron la dieta de 9317 americanos. Los resultados fueron impactantes y decepcionantes ya que revelaron que alrededor del 58% de la ingesta de energía proviene de alimentos procesados.
Los alimentos procesados no se limitan en las comidas para microondas y congeladas; para nuestra sorpresa, la mayoría de nuestros alimentos cae bajo esta categoría. Puede ser definido como cualquier modificación que se somete a nuestra comida antes de comer. El procesamiento de alimentos se remonta hace unos 2 millones de años, cuando nuestros antepasados descubrieron por primera vez la cocción, lo que ahora implica la fermentación, congelación, pasteurización, y conservación de los nutrientes. Según los científicos "los alimentos ultra procesados" son "formulaciones industriales que, además de sal, azúcar, aceites y grasas, incluyen sustancias que no se utilizan en las preparaciones culinarias, en particular aditivos que se utilizan para imitar las cualidades sensoriales de los alimentos mínimamente procesados y su culinaria preparaciones."
Los más comunes sson los panes, bebidas azucaradas, aperitivos dulces y salados, jamón, queso, comidas congeladas y pizza. No fue una sorpresa que las bebidas azucaradas representaban el 30% del azúcar que se consumía por los estadounidenses. Por suerte, se están tomando medidas drásticas con el fin de reducir este consumo abundante, tales como las taxes adicionales a los refrescos que se puede ver en nuestro artículo, Se suman países al impuesto Adicional en las bebidas azucaradas.
"El alto consumo de azúcares añadidos en los EE.UU. es más probable que contribuya a un exceso de la obesidad, la diabetes tipo 2, dislipidemia, la hipertensión y las enfermedades coronarias." Dijeron los investigadores.
Hoy en día, vivimos en un mundo acelerado y en consecuencia, nos está haciendo daño. Valoramos la velocidad, conveniencia y comodidad sobre la compasión, salud y seguridad. Nuestros métodos de cultivo, procesión, y la preparación de alimentos ha cambiado con el fin de proporcionarnos alimentos más rápido, pero no de mejor calidad. La única manera de garantizar un estilo de vida más saludable, como lo demuestra este estudio, es eliminar o reducir los "alimentos ultra procesados" de nuestra dieta.
Por Victoria Weler
