Así lo indica una reciente investigación de la Fundación Interamericana del Corazón Argentina. La organización alerta sobre la baja calidad nutricional de los alimentos publicitados en un contexto de crecimiento del sobrepeso y la obesidad infantil. La FIC Argentina realizó una investigación con el objetivo de analizar las publicidades de alimentos que se emiten durante las tandas comerciales de los programas dirigidos a niños y niñas en televisión.
Para el análisis se tomaron 21.085 publicidades de los 5 canales de televisión abierta y de los tres canales infantiles de cable con mayor audiencia que fueron emitidas durante 6 semanas de los meses de noviembre y diciembre de 2013 y enero de 2014, de 7 am hasta las 10 pm. Los resultados arrojaron que del total de spots emitidos, los alimentos son la segunda categoría de productos más publicitada (17%), apenas superada por los juguetes (20%).
De las publicidades de alimentos emitidas durante los cortes comerciales de los programas dirigidos a niños y niñas, el 85,3% publicitan alimentos de bajo valor nutricional. Se trata de productos procesados con grandes cantidades de azúcares, grasas, sodio y con un alto valor calórico, como postrecitos, bebidas azucaradas, productos de cadenas de comidas rápidas y snacks salados. Por el contrario, las publicidades de alimentos naturales como vegetales, frutas, pescados, legumbres y cereales, todos alimentos que son la base de una alimentación equilibrada, tienen escasa presencia en las tandas.
A su vez, el análisis detectó que 1 de cada 4 publicidades de alimentos emitidas durante las tandas de los programas infantiles utilizan personajes animados y famosos, y 1 de cada 3 recurren a las promociones, como regalos gratuitos, productos coleccionables, beneficios extras (ej., “comprá uno y llevate 1 gratis”), sorteos, entre otros. Estas mismas estrategias son significativamente menores en las publicidades que se emiten durante las tandas de los programas dirigidos a la audiencia general, lo cual refleja que los niños, niñas y adolescentes son el target prioritario al que apuntan estas estrategias publicitarias.
Existe evidencia suficiente que corrobora la influencia de la publicidad de alimentos no saludables en las elecciones que hacen los niños, los pedidos de compra y sus patrones de consumo. En este sentido, diversos estudios demuestran que existe una asociación entre la frecuencia de la publicidad de alimentos poco saludables en la televisión y el exceso de peso en los niños y niñas.
Los estudios de audiencia en Argentina indican que los niños de 4 a 12 años miran 3 horas de televisión en promedio por día y que la franja horaria de 19 a 22 horas es la de mayor audiencia. Tomando en consideración los datos del relevamiento realizado por FIC Argentina, este grupo está expuesto, en promedio, a 61 publicidades de alimentos de bajo valor nutritivo por semana.
Por otro lado, en Argentina, el porcentaje de obesidad en niños y niñas de 6 meses a 6 años de edad es de 10,4% según la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (2005). Por su parte, la Encuesta Mundial de Salud Escolar 2012, realizada a adolescentes de 13 a 15 años, mostró que desde el 2007 el sobrepeso aumentó del 24,5% al 28,6% y la obesidad pasó del 4,4% al 5,9%.
“El sobrepeso y la obesidad infantil están en aumento en nuestro país. La publicidad de alimentos poco saludables y el uso de técnicas persuasivas de marketing contribuyen a un entorno en el que los niños están atacados constantemente por mensajes que promueven el consumo de alimentos contrarios a las recomendaciones nutricionales. Es llamativa la cantidad de publicidades que utilizan recursos tales como las promociones y los personajes animados y famosos. Estas estrategias publicitarias son diseñadas con el objetivo de atraer la atención de los niños y mejorar el reconocimiento del producto. Para ello, apelan al gusto, al sabor y al disfrute del producto y, de esta manera, inciden en las preferencias y los patrones de consumo porque crean actitudes positivas hacia la marca e influyen en las solicitudes de alimentos por parte de los niños.”señala Lorena Allemandi, directora del área de políticas de alimentación saludable de FIC Argentina.
El estudio, además, identificó que los 5 alimentos más publicitados en las tandas de los programas infantiles son los postres -flan, gelatinas y postres- (23,3%); los lácteos -yogur, leche y quesos- (16,2%); las bebidas azucaradas sin alcohol (13,2%); las cadenas de comidas rápidas (12,5%) y, por último, los snacks salados (7,9%).
Los niños y niñas son un objetivo importante para las empresas de alimentos que utilizan estrategias de marketing para generar consciencia de marca, preferencia y lealtad. Esta población es especialmente vulnerable a la publicidad y no tiene la madurez necesaria para tomar decisiones autónomas respecto a una dieta saludable. Por otro lado, los hábitos alimenticios se construyen en los primeros años de vida y suelen persistir hasta la edad adulta. Es por eso que la creación de un entorno saludable desde la niñez es una forma de prevenir la obesidad y otras enfermedades no transmisibles relacionadas con la nutrición.
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