La maltodextrina es un polisacárido que se utiliza como un azúcar artificial. Mientras que la maltodextrina tiene un sabor ligero pero dulce, se utiliza comúnmente para los refrescos, los postres y alimentos procesados. Es producido por casi cualquier almidón. En los Estados Unidos se hace generalmente de maíz, de arroz, y de papa, pero en Europa se hace típicamente con el trigo. Como aditivo alimentario, sus efectos sobre la salud dependen de la cantidad y el tipo de maltodextrina que se consume, y varía en dulzura.
La maltodextrina se puede utilizar como un carbohidrato o un resistente. Muchas veces, este ingrediente se utiliza como complemento de edulcorantes; esto significa que los edulcorantes artificiales como la sucralosa es 600 veces más dulce que el azúcar. Debido a esto, sólo una pequeña cantidad se utiliza en un sobre, el resto sería la maltodextrina. Dado que este ingrediente se encuentra en muchos productos, desde cereales hasta las bebidas energéticas, los consumidores se han estado preguntando ¿cómo afecta su salud?
Los riesgos asociados con la maltodextrina parecen ser los mismos efectos asociados al hecho de comer demasiada azúcar, como la obesidad, el daño hepático, la resistencia a la insulina y el diabetes. El consumo de azúcar a nivel internacional continua aumentando y la adición de maltodextrina en nuestros alimentos procesados sirve como otra forma de suministrar azúcar a nuestro cuerpo. Sin embargo, como la popularidad de este ingrediente continúa, las investigaciónes han puesto de manifiesto los efectos secundarios que se refieren únicamente a la maltodextrina.
Se ha demostrado tener un efecto directo sobre el nivel de azúcar en la sangre. Un estudio publicado en la revista científica PLoS One, demostró cómo grandes tomas de maltodextrina pueden promover las bacterias no saludables y pueden conducir a graves daños en el intestino y un mayor riesgo de enfermedad inflamatoria en los ratones.
"Estos resultados sugieren que el consumo de alimentos procesados que contienen el MDX polisacárido puede contribuir a un mayor riesgo de infección entérica y puede ser un factor importante para el desarrollo de las enfermedades inflamatorias crónicas, tales como enfermedad inflamatoria del intestino." Según informarón los científicos.
Los síntomas de estos efectos secundarios incluyen reacciones alérgicas, distensión abdominal, flatulencia, diarrea, vómitos y aumento de peso. Si usted o alguien que usted conozca está constantemente experimentando estos síntomas, por favor busque ayuda profesional y discontinué el uso de estos productos.
Para una salud óptima, es importante mantenerse informado y siempre preguntar de dónde viene su comida y sobre los ingredientes que contienen. La mejor manera de asegurar una vida sana es evitar los alimentos procesados y azúcares artificiales por completo.