En República Dominicana, la obesidad y el sobrepeso se han convertido en un problema de salud pública alarmante. Según datos recientes, el 70 % de la población adulta y el 28 % de los niños y adolescentes enfrentan problemas de salud.
Los problemas en la pobalción van desde el exceso de peso, que aumenta el riesgo de enfermedades como diabetes, hipertensión y trastornos cardiovasculares. Ante este panorama, los productos lácteos han surgido como una alternativa nutricional clave para controlar el peso y mejorar la salud metabólica.
Destaca ahora el papel de los lácteos en el control del peso ya que estudios científicos han demostrado que alimentos como la leche, el yogur y el queso, además de ser fuentes esenciales de calcio, proteínas y vitaminas, contienen probióticos y péptidos bioactivos que pueden favorecer la regulación del peso corporal.
El nutricionista Francisco Herrera Morales, especialista en salud metabólica y colaborador de una empresa láctea local, destaca que “el consumo regular de lácteos no solo contribuye a la salud ósea y muscular, sino que también se asocia con un menor riesgo de obesidad, especialmente en poblaciones vulnerables, como mujeres en transición menopáusica”.
Un estudio longitudinal reveló que las mujeres con un consumo elevado de yogur tenían un 31 % menos de riesgo de desarrollar obesidad. Además, un metaanálisis publicado recientemente sugiere que una ingesta adecuada de lácteos se relaciona con una reducción del riesgo de sobrepeso, gracias a su efecto positivo en la composición corporal, favoreciendo el aumento de masa magra y la reducción de grasa.
Los lácteos fermentados en su impacto en la salud metabólica, como el yogur y el kéfir, contienen probióticos que juegan un papel fundamental en la salud intestinal. Según expertos, un microbioma equilibrado está directamente relacionado con un metabolismo más eficiente, lo que puede contribuir a la regulación del peso corporal. “Los probióticos ayudan a reducir la inflamación, mejorar la absorción de nutrientes y regular la producción de hormonas asociadas al hambre y la saciedad, como la leptina y la grelina”, explica Herrera Morales.
A pesar de los beneficios comprobados de los lácteos en el control del peso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la obesidad sigue siendo un trastorno metabólico crónico que requiere un enfoque integral. En el marco del Día Mundial contra la Obesidad, celebrado cada 4 de marzo, los expertos enfatizan la importancia de adoptar hábitos de vida saludables, combinando una alimentación balanceada con ejercicio regular.
Con una promoción de hábitos saludables desde la infancia, se disminuirá el problema del sobrepeso infantil en República Dominicana que es ahora una preocupación creciente. La educación nutricional desde una edad temprana es fundamental para prevenir la obesidad en la adultez.
Fomentar el consumo de alimentos ricos en nutrientes, como los lácteos naturales sin azúcares añadidos, junto con la práctica de actividad física, puede marcar la diferencia en la salud a largo plazo de la población.
Como conclusión, incluir productos lácteos en una dieta equilibrada, especialmente aquellos con probióticos y bajo contenido de grasa, puede ser una estrategia eficaz en la lucha contra la obesidad. A medida que aumentan los casos de sobrepeso en el país, es fundamental continuar promoviendo investigaciones y estrategias que refuercen la importancia de una nutrición adecuada en la prevención de enfermedades crónicas.
El impacto de los lácteos en la economía dominicana, además de sus beneficios para la salud, la producción y el consumo de lácteos desempeñan un papel clave en la economía de República Dominicana. El sector lechero genera miles de empleos directos e indirectos, desde la producción en fincas hasta la comercialización y exportación de productos derivados.
Según datos del Ministerio de Agricultura, la industria láctea representa un importante motor de desarrollo para las zonas rurales, impulsando la economía local y fortaleciendo la seguridad alimentaria del país. Fomentar el consumo de lácteos no solo beneficia la salud de la población, sino que también contribuye al crecimiento del sector agropecuario, promoviendo inversiones en tecnología, innovación y sostenibilidad en la producción nacional.