Contrariamente a la creencia popular, un estudio polémico reveló que las grasas saturadas son en realidad no saludables. Los investigadores de la Universidad de Bergen en Noruega descubrieron que una dieta rica en grasas saturadas puede aumentar su colesterol "bueno" (HDL). Los investigadores del centro de KG Jebsen para la investigación de la diabetes, departamento de la ciencia clínica en la universidad de Bergen condujeron un estudio llamado FATFUNC.
"La ingesta muy alta de grasa total y saturada no aumentó el riesgo calculado de enfermedades cardiovasculares", dice el profesor y cardiólogo Ottar Nygård que contribuyó al estudio. "Los participantes en la dieta muy rica en grasas también tuvieron mejoras sustanciales en varios importantes factores de riesgo cardiometabólico, tales como el almacenamiento de grasa ectópica, presión arterial, lípidos en sangre (triglicéridos), insulina y el azúcar en la sangre".
Los grupos participantes compartían hábitos alimenticios muy similares, el nivel de ingesta de energía, las proteínas, y los ácidos grasos poliinsaturados eran los mismos, pero sí variaban en cantidad. La cantidad de azúcar añadido en sus dietas también se redujo al mínimo.
"Aquí miramos los efectos de la grasa total y saturada en el contexto de una dieta saludable, rica en alimentos frescos, poco procesados y nutritivos, incluyendo altas cantidades de verduras y arroz en lugar de productos a base de harina", dice la candidata de doctorado Vivian Veum. "Las fuentes de grasa también fueron procesadas, principalmente la mantequilla, la crema y los prensados en frío”.
En general, los investigadores encontraron que después de este tipo de dietas, los participantes tuvieron una reducción significativa en el almacenamiento de grasa y el riesgo de enfermedad. El estudio demostró que comiendo una dieta rica en las grasas saturadas no afectó el colesterol LDL en el cuerpo, conocido como el colesterol malo. Sin embargo, causó el colesterol HDL, el colesterol bueno.
"Estos resultados indican que la mayoría de las personas sanas probablemente toleran una alta ingesta de grasas saturadas, siempre y cuando la calidad de la grasa sea buena y la ingesta total de energía no sea demasiado alta", dice Ottar Nygård.
Mientras tanto, a principios de este año, la Universidad de Tufts llevó a cabo un estudio epidemiológico que analizó el vínculo entre el consumo de la mantequilla y las enfermedades crónicas, como las enfermedades cardiovasculares. El estudio encontró que comer mantequilla, tuvo una influencia intrascendente en la mortalidad, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Los investigadores sugirieron que la mantequilla no debe ser visto como bueno o malo. Otros estudios han propuesto que la mantequilla podría potencialmente reducir el riesgo de diabetes.
"Los futuros estudios deberían examinar qué personas o pacientes pueden necesitar limitar su ingesta de grasas saturadas", dijo el profesor asistente Simon Nitter Dankel, quien dirigió el estudio junto con el director de las clínicas de laboratorio, el profesor Gunnar Mellgren, en el hospital universitario Haukeland en Bergen, Noruega. "Pero los supuestos riesgos para la salud de comer grasas de buena calidad se han exagerado en gran medida y puede ser más importante para la salud pública incentivar reducciones en productos procesados a base de harina, grasas altamente procesadas y alimentos con azúcar añadido", agrego Simon Nitter Dankel.