La sequía que afecta a Uruguay este verano austral del hemisferio sur golpea con fuerza al sector agropecuario, clave para la economía local, en particular al sector lechero, alertaron los productores.
Cientos de productores lecheros están preocupados por los altos costos de los forrajes y otros de sus complementos, ante el peor déficit hídrico en más de tres décadas en el país sudamericano.
"Hay productores que tienen una falta importante de agua. Contaban con beberajes de alguna cañada y tajamares, pero todo se redujo al agua de pozo", dijo a Xinhua el ex presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche, Walter Frisch.
"Esto no permitió el acondicionamiento normal de reservas forrajeras y hace que tengamos que comprar fardos", además de otros complementos y suplementos alimenticios, comentó Frisch.
Frisch, quien dirige un centro productor familiar en el departamento de Soriano (oeste), advirtió que este panorama "traerá aparejado" que la producción merme a futuro, ya que para quien produce "está coartado el potencial que deberíamos de tener por la falta de lluvias".
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) de Uruguay estimó a principios de mes que la sequía provocó "impactos directos" en el sector productivo por unos 1.175 millones de dólares, de cuyo monto 100 millones de dólares fueron pérdidas para la lechería.
El titular del MGAP, Fernando Mattos, ha señalado que la remisión de leche en los puntos de producción puede mermar por la disponibilidad de pasturas, lo que "afecta la ecuación del productor".
Mattos admitió que bajo ese escenario no se pueden "sostener los promedios de producción porque los verdeos no han progresado".
El MGAP declaró en octubre del 2022 emergencia agropecuaria por tercer año consecutivo, aunque por primera vez en años afecta todo el territorio uruguayo, por lo que la institución ofrece desde entonces asistencia a los pequeños productores.
El director de Meteorología y Clima para la Sociedad del Instituto Uruguayo de Meteorología, Néstor Santayana, dijo a Xinhua la semana pasada que la sequía extrema "se mantiene prácticamente en casi todo el territorio desde el inicio del 2023", situación climática que comenzaría a superarse a partir del otoño austral (20 de marzo).
En enero pasado se remitieron 159 millones de litros, un 0,1 por ciento menos que en igual lapso de 2022, mientras que en el acumulado de los últimos 12 meses la remisión fue de 2.087 millones de litros, un 1,4 por ciento menos que un año atrás, según datos del Instituto Nacional de la Leche de Uruguay.
Los lácteos representaron en enero pasado el tercer rubro de exportación del país sudamericano con 86 millones de dólares, que significaron un 10 por ciento del total exportado, tras un avance interanual del 33 por ciento.